El psicodiagnóstico es una herramienta de gran valor para el especialista, la persona objeto de evaluación y sus familiares por una variedad de razones.
Para el especialista médico o el responsable de llevar a cabo el proceso psicoterapéutico una evaluación psicodiagnóstica es de gran valor como una herramienta diagnóstica y prospectiva, configurándose como un elementos de gran ayuda en la planificación del tratamiento ya que permite:
Aclarar dudas diagnósticas y establecer diagnósticos definitivos: El psicodiagnóstico es de gran ayuda en el proceso del establecimiento del diagnostico diferencial psiquiátrico, especialmente cuando la sintomatología del paciente no es del todo coincidente con una entidad diagnóstica o cuando se presentan síntomas sugerentes de más una entidad mutuamente excluyentes. Esto ahorra grandes cantidades del tiempo al especialista pudiendo prescindir de la necesidad de implementar procesos de prueba diagnóstica y permitiendo una mayor eficiencia, acortando el tiempo requerido para la fase diagnóstica lo que significa un tratamiento más corto y menos costoso.
Descartar la participación de factores psicológicos en la patología del paciente: las mayoría de los cuadros nosológicos de tipo somático son causados y se ven afectados en su evolución por una gran variedad de factores, entre los que se encuentran los psicológicos. Conocer el peso de estos últimos factores permite al especialista tomar decisiones precisas y acertadas con referencia al tratamiento medicamentoso, requerimientos terapéuticos o psicoterapeuticos, etc.
Determinar las características particulares de su paciente: cada persona es distinta, por lo que, aun cuando varias personas pueden mostrar el mismo cuadro diagnóstico, es muy fácil darse cuenta que en realidad hay tantos cuadros como personas con un mismo trastorno. La evaluación psicodiagnóstica permite que, de forna rápida y eficiente, el tratante tenga acceso a estas características particulares, lo que le permitirá en cada caso tomar decisiones y establecer tratamientos mejor ajustados a cada caso en particular.
Conocer las características de apego a un tratamiento: En muchos casos, aun cuando la sintomatología de un paciente deje perfectamente claro su diagnóstico y existe un tratamiento de conocida efectividad para su problema, la existencia de ciertas características de personalidad suponen un obstáculo a la mejoría o cura del paciente. La capacidad del paciente para comprender su situación, los conocimientos que tiene con respecto a su problema, formas de relacionarse con figuras de cuidado y estilos de afrontamiento son algunos de estos factores. La evaluación psicodiagnóstica ofrece la posibilidad de detectar de antemano, algunas características del caso particular en estudio que requieran ajustes para garantizar la efectividad de un tratamiento.
Conocer la posible respuesta a un tratamiento: la información derivada de un estudio psicodiagnóstico permite conocer de antemano algunas respuestas al tratamiento. Las mismas características que determinan el apego a un tratamiento suelen explicar también la respuesta al mismo, pero además existen otras como son la presencia de ganancias secundarias por la enfermedad, características dependientes del carácter y muchas otras. Conocer estos datos ayuda al especialista que poseerá de antemano información relevante para la decisión en cuanto al tratamiento de su paciente.
Fuente: https://sites.google.com/a/psicodiagnostico.com.ve/especialistas/-por-que-hace-psicodiagnostico
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